jueves, 28 de marzo de 2013

Monas de Pascua

¡Hola otra vez! Aquí estoy yo, con otra receta de Pascua. ¡Esta vez he hecho monas!
Por si alguien no lo sabe, es un dulce típico de la Comunidad Valenciana y Cataluña (también en otras zonas) y tradicionalmente es un bollo con un huevo cocido en medio. Los míos serán los menos tradicionales que se han hecho.








Bueno, como veréis, los míos no llevan huevo, simplemente porque no me daba la gana. No, es broma. lo que pasa es que sabía que ninguna de las personas que se iban a comer las monas se
comería el huevo, así que... ¿para qué desperdiciar?


 Admito que me salieron muy bien. Son ligeros, suaves por dentro con un montón de aire... Pero tengo una confesión. No me salieron a la primera. ¡Tuve que hacerlos dos veces! Y no es porque sea difíciles de hacer, no... Lo que pasa es que mi levadura había caducado hacía dos meses. ¡Y claro, a mí no se me ocurrió mirar la fecha de caducidad! No conseguía entender por qué la masa no aumentaba. Al final me di cuenta... Así que decidí repetir todo el proceso.

La receta la adapté de aquí, haciendo unas pocas modificaciones. Por favor, antes de hacerlos, comprobad que vuestra levadura no esté caducada.

Monas de Pascua

- 500g de harina

- 130g de azúcar

- 2 huevos

- 25g de levadura fresca

- 125ml de leche

- 50ml de aceite de oliva suave

- una pizca de sal

- ralladura de 1 limón

Para la decoración:

- 1 huevo batido, para pintar las monas

- decoraciones comestibles (opcional)

- azúcar humedecido

- si queremos, un huevo cocido para cada mona


Calentamos la leche hasta que esté templada. En ella, disolvemos la levadura.
Mezclamos bien el azúcar con la ralladura de limón. Añadimos los huevos y batimos bien. Añadimos el aceite, la sal y la leche y mezclamos bien. Añadimos la harina poco a poco hasta que se integre. Sacamos la masa del bol y la amasamos sobre la encimera cubierta de harina, durante unos 5-10 minutos. Hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar en un bol, cubierto por papel film y una toalla limpia, hasta que haya doblado su volumen. Si queremos que vaya rápido, lo colocamos en un lugar cálido, y si queremos hacer la masa tarde y dejarla reposar toda la noche, lo dejamos en un sitio más frío (mi masa reposó en total 12 horas, así que cuando me levanté por la mañana había no doblado, sino triplicado el volumen inicial!)

Sacamos la masa del bol y amasamos un poquito para quitarle un poco de aire. Cortamos la masa en los trozos que queramos (a mí me salieron 6), hacemos bolas y las dejamos reposar sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Si os apetece poner un huevo en medio, lo hacéis. Las dejamos volver a doblar su tamaño.



 Pintamos las monas con el huevo batido



Las espolveamos con sprinkles y azúcar humedecido.


¡Y al horno! Horneamos unos 15-18 minutos a 180ºC.


¡Pues ya está! ¡Os deseo a todos una feliz Pascua!



 Alexandra

domingo, 24 de marzo de 2013

Layer cake de pascua y bizcocho fácil

¡Hola a todos!

No, no he abandonado el blog. ¡Lo que pasa es que he estado con los exámenes finales de este trimestre! No he tenido tiempo para hacer más que estudiar, estudiar y cocinar un poquito. Claro, para cocinar lo suficiente para poder publicar este post.

Así que aquí está: ¡mi primer layer cake más o menos decente! Puede ser que no es perfecto, pero está muuuuucho mejor que cualquier de mis intentos anteriores. Conseguir un layer cake perfecto no es de lo más difícil, pero requiere práctica.

























Como se está acercando la Pascua, ¡había que hacer una tarta en ese estilo! La crema en sí salió bastante amarilla, así que no hacía falta colorante. Lo decoré con detalles rosas y amarillos, y ya está: tenemos una tarta de Pascua.

El bizcocho es de chocolate, con receta del libro de la Hummingbird Bakery. Para cubrir la tarta he utilizado buttercream de merengue suizo, del libro de Objetivo cupcake perfecto. Como veis, al final me quedé un poco corta de crema, por lo que la capa superior quedó un poco transparente. Por eso os voy a poner la receta aumentada en un 50%, así no os pasa como a mí.




Para el bizcocho ( yo usé dos moldes redondos de 15cm)

- 100g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)

- 260g de azúcar

- 2 huevos

- 1 cucharadita de extracto de vainilla

- 45g de cacao en polvo sin azúcar

- 3/4 cucharaditas de levadura en polvo

- 3/4 cucharaditas de bicarbonato

- 170g de harina de trigo

- 160ml de leche

Precalentamos el horno a 170ºC. Preparamos los moldes, engrasándolos con aceite y forrando la base del molde con papel para hornear (a mí se me olvidó este paso y la mitad del bizcocho de quedó pegado al molde...).
Con una batidora de varillas o en un robot de cocina batimos el azúcar con la mantequilla hasta que sea blanco y cremoso. Añadimos los huevos, uno a uno. Agregamos el extracto de vainilla.
Mezclamos bien la harina con el cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal y tamizamos. Añadimos la mitad a la mezcla anterior e incorporamos la leche. Añadimos el resto de la harina y batimos hasta tener una masa lisa y uniforme.
Horneamos 25-30 minutos o hasta que al pinchar con un palito salga limpio. Los dejamos descansar en los moldes hasta que se hayan templado, y después los transferimos a una rejilla.
Los metemos e el congelador una media hora más o menos, y los cortamos por la mitad horizontalmente, teniendo así 4 capas para nuestra tarta.

Buttercream de merengue suizo

- 6 claras de huevo

- 335g de azúcar

- 525g de mantequilla a temperatura ambiente

- las semillas de 1/2 vaina de vainilla (opcional)

Metemos las claras, el azúcar y la vainilla en un cuenco. Calentamos al baño maría hasta que el azúcar esté completamente disuelto, sin parar de remover para que no se queme. Lo llevamos a otro bol, o al bol de un robot de cocina, y empezamos amontar las claras con el azúcar disuelto. Cuando hagan picos blandos, comprobamos si el bol aun está caliente. Si lo está, esperamos un poquito hasta que se enfríe por completo. Añadimos la mantequilla y batimos. Parecerá que se corta a mitad, pero al seguir batiendo todo se volverá a juntar formando una crema muy sedosa y suave.






Decoramos la tarta. Para montar una layer cake perfectamente, mirad este tutorial de El rincón de Bea. Lo explica todo muy claro y de una manera fácil de entender.



Yo decoré mi tarta con estos detalles típicos de la Pascua. Los huevos son de Cadbury y los encontré en el súper, pero los sprinkles y los conejitos de papel de arroz me los compró mi madre mientras estaba de viaje en Liverpool.

Y ahora a la segunda receta: es un bizcocho fácil, de los típicos bizcochos de desayuno, que hice para aprovechar las yemas de huevo sobrantes de la crema. El aspecto queda un poco raro, pero está buenísimo! También da un poco de sensación de Pascua, con el amarillo de las yemas.

























Bizcocho amarillo (receta por mí)


- 100g de mantequilla a temp. ambiente

- 100g de azúcar

- 175g de harina

- las 6 yemas de huevo que nos han sobrado

- 1 cucharadita de levadura en polvo

- 1,5 dl de nata para cocinar (seguro que nata para montar o leche también sirve)


Precalentamos el horno a 170ºC. Forramos la base de un molde de pan pequeño.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que sea cremoso. Añadimos las yemas una a una, batiendo bien entre cada. Tamizamos la harina junto a la levadura, y agregamos la mitad a la mezcla anterior. Incorporamos la nata, y echamos el resto de la harina.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos más o menos media hora, hasta que el bizcocho esté dorado y al pincharlo con un palito salga limpio.



¡Y ya está todo! ¡Os deseo una feliz Pascua a todos, y que hagáis muuuuchos layer cakes!



Alexandra

domingo, 10 de marzo de 2013

Macarons

¡Hola!    

Hoy traigo macarons. ¡Por fin! Llevo un montón de tiempo queriendo hacerlos, pero no he podido hasta ahora. Y no voy a mentir. No es la primera vez que intento hacerlos.



En realidad, este es mi cuarto intento. ¡Y no es que sean increíblemente difíciles de hacer! Lo que pasa es que hay que pillarles el truco. A algunos les salen a la primera, a otros a la cuarta. Las cosas son así y ya está. Por allí se pueden leer unos cuantos mitos bastante exagerados sobre la extrema dificultad de los macarons, pero son eso, exagerados. De verdad, que una vez te salen, ya no hay problema.

La primera vez que intenté hacer macarons, todo parecía salir bien. La masa no estaba demasiado líquida ni demasiado espesa. Los circulitos me salieron bien, y se secaron bien. Los metí en el horno y.... ¡Desastre total! Se enpezaron a formar los ``pies´´, pero sigueron haciéndose más y más grandes... Hasta que todos los macarons se fusionaron en uno. Esto se debía a que el horno estaba demasiado caliente, y que había puesto el ventilador. Mi horno era, en general, demasiado fuerte, y esto significó el final de mis frágiles macarons.



























¡Y esta vez me han salido! Aún no me lo creo. Vale, sé que no son perfectos. Son un poco rugosos (lo que se puede deber a no haber utilizado almendras molidas suficientemente finas) pero por lo demás están bien. Y lo más importante, ¡están deliciosos!

Usé esta receta de Mensaje en una galleta. A mi me ha gustado, porque de todas las que he intentado esta ha sido la primera que me ha salido. Vale, puede ser que las recetas no hayan tenido toooda la culpa, pero...

Ingredientes ( más o menos 15 macarons)


- 130g de Icing sugar

- 70g de almendras molidas

- 1/2 cucharadita de sal

- 60 ml de agua

- 2 cucharadas y dos cucharaditas de albúmina (claras de huevo en polvo)

- 1 cucharada de azúcar normal

- Colorante alimentario en gel, en pasta o en polvo (opcional)

Empezamos hidratando la albúmina con el agua. Si no tenéis albúmina, se puede sustituir con dos claras de huevo frescas o pasteurizadas. Tamizamos el icing sugar, la almendra molida y la sal.



Hacemos un merengue, batiendo las claras de huevo hasta punto de nieve y después añadiendo la cucharada de azúcar junto al colorante. Cuando esté suficientemente sólido, espolveamos por encima la mezcla seca y mezcamos, mediante una espátula de silicona, despacio, con movimientos despacios y envolventes, intentado achafar el merengue lo menos posible. Nos tiene que quedar una mezcla más o menos líquida, que haga picos que desaparecen bastante rápido al levantar la espátula.
Introducimos toda la masa en una manga pastelera con una boquilla grande redonda (yo usé la 1A de Wilton). Hacemos circulitos sobre una bandeja de horno con papel para hornear, o con un tapete de silicona (yo noté mejores resultados con este último).



Dejamos secar hasta que se haya formado una costra, y no se noten pegajosos al tacto. El tiempo varía según la humedad del aire, pero puede variar entre 45 minutos y hora y media.
Los horneamos a 160ºC durante unos 15 minutos. ¡Pero ojo, esto depende del horno! Yo tuve que bajar la temperatura a 130ºC, porque mi horno es muy fuerte. Una buena idea es hornear primero unos pocos macarons de prueba, para saber cómo van a quedar. El tiempo de horneado y la temperatura varía mucho de horno a horno.
Los dejamos enfriar durante un par de horas antes de depegarlos del papel, si no se pueden romper.




Después los rellenamos con la crema de chocolate, o con cualquier otra crema que nos guste. A mi me gustó especialmente porque no es muy dulce, así que compensa con los macarons.

Crema de chocolate


- 60g de chocolate negro (yo usé 70% cacao)

- 40g de mantequilla

- 40g de Icing sugar

Fundimos el chocolate junto a la mantequilla en una sartén, removiendo de vez en cuando. Mientras tanto, tamizamos el icing sugar para que despúes no haya grumos en la crema. Cuando el chocolate y la mantequilla están completamente derritidos incorporamos el icing sugar, removiendo rápidamente. Enseguida lo metemos en una manga pastelera a la que le cortamos la punta, sin esperar a que se enfríe (habrá que protegerse las manos!!) y ponemos una pequeña cantidad en medio de la mitad de los macarons. Ponemos la otra tapa encima inmediatamente y apretamos un poquito.
¡¡¡¡Y tenemos macarons!!!



Por último os voy a poner agunos consejos. A ver si os sale a la primera, y no a la cuarta!

  • Si váis a usar claras de huevo frescas, intentad que estén a temperatura ambiente antes de montarlas.
  • Antes de hacer merengue, fregad tanto los boles como las varillas y las espátulas que vais a usar con un trapo con limón o vinagre, para eliminar toda traza de grasa.
  • Al hornear, puede ser de gran ayuda usar dos bandejas de horno en vez de una.
  • Colocad las bandejas en la rejilla más baja del horno, y ¡¡NO uséis ventilador!!
Pues nada, ¡espero que os haya servido de algo y que todos hagáis macarons en casa!


Mmmmm...
 


Alexandra

domingo, 3 de marzo de 2013

Galgui-galletas

Hola!

Sí, definitivamente me he vuelto loca. Lo que pasa es que padecer galguitis y galletitis al mismo tiempo lleva a... ¡Galgiu-galletaaaas!

























Aún tengo que mejorar mi técnica, pero para ser (casi) mis primeras galletas glaseadas, no están mal, verdad?

Pero al menos se ve claramente lo que representan. Todas estas galletas, glaseadas a las una de la noche, van dedicadas a todos los galgos del mundo. Y por si alguien no sabe la razón por la que todos los galgos del mundo necesitan ser dedicados al menos 10000000000000 galletas cada uno, voy a aprovechar esta entrada (con receta más abajo) para lavaros el cerebro a todos! :)

























Los galgos son una raza de perros absolutamente fantásticos. Tienen algo especial, una majestuocidad totamente única. Pero esto la mayoría de las personas no lo saben, simplemente los ven como perros de caza que no sirven para otra cosa.

Pero esto no siempre ha sido así. Hace cientos de años, el galgo español era una raza de perros muy apreciada por los españoles. La velocidad increíble del galgo y su habilidad para cazar le convirtió en un símbolo de estatus social, hasta el punto de haber estado prohibida, durante una época, su tenencia por parte de campesinos y gente pobre, pudiendo ser poseídos solamente por la nobleza y aristocracia. Asesinar o robar un galgo era castigado de manera parecida o igual a la que se castigaba por asesinar a una persona.

Pero eso ha cambiado. Hoy en día, los galgos son tratados de una manera horrible. Los galgueros (criadores) y los cazadores son los principales dueños de galgos. Suelen tener muchos a la vez, apretujados en espacios muy reducidos. Algunos dueños no les proporcionan la comida necesaria, ni se comprometen a pagar gastos veterinarios imprescindibles.

Los galgos, desde cachorros, son seleccionados por sus habilidades de caza, y los que no sirven son desechados.

La temporada de caza dura, aproximadamente, unos 4 meses, y cuando acaba, miles de galgos son abandonados y asesinados de las maneras más crueles posibles. Los números de galgos abandonados y asesinados de acercan a 50.000 al año.
 
Por suerte, también hay mucha gente buena que hacen todo por ayudar a los galgos. Existen unas cuantas asociaciones que se encargan de recoger a galgos abandonados de la calle y buscarles familias adoptivas. Pero es difícil salvarlos a todos! Se necesita colaboración por parte de todos para acabar con este problema. Adopta un galgo!
 
Porque, aunque la mayoría no lo crea, los galgos son perros perfectos de familia! Les encanta dormir en el sofá, y más si conlleva tener el sitio más cómodo. Su nivel de actividad varía de galgo en galgo, pero la mayoría pueden vivir hasta en un piso si se les proporciona los suficientes paseos y espacio para correr libremente de vez en cuando. ¡Y mejor si es con otros galgos!
Todo esto lo digo por experiencia, de verdad. Hace casi cuatro meses que tenemos a Debbie, nuestra galguita, en casa. Es una preciosidad, con un fuerte carácter y un encanto excepcional. Todo cambió mucho en el momento en el que llegó Debbie, pero ahora no la cambiaríamos por nada en el mundo.
 

¿A que es guapa?
 
 Pues ya está, solo quería ayudar un poquito en difundir el mensaje de lo galgos. Así que, si os interesa ayudar de cualquier manera o simplemente queréis saber más, os pongo los links de algunas asociaciones:

Y nada, que gracias por leerme todo este discurso (jeje. ¡Es que cuando empiezo no puedo parar!).
 
 
 
Y ahora, de vuelta a las galletas. La masa está adaptada de esta receta de Sweetapolita. Yo sólo hice la mitad, dividiendo todas las cantidades entre dos. Os pongo lo que yo usé (unas 14-15 galletas):

 

Galletas básicas de vainilla

 
- 375g de harina de trigo
 
-1/2 cucharadita de sal
 
- 225g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
 
- 200g de azúcar
 
- 1 huevo grande
 
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
 
Precalentamos el horno a 160ºC. Tamizamos la harina con la sal en un bol. En otro bol, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremoso. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y batimos. Añadimos la harina.
Dividimos la masa en dos y hacemos una bola con cada parte. Enrollamos cada trozo en papel film, y lo achafamos un poco. Lo dejamos en la nevera durante unos 45 minutos. Lo sacamos y lo estiramos lo fino que queramos con un rodillo. Volvemos a dejar en la nevera, esta vez durante unos 15 minutos. Lo sacamos y hacemos figuritas con cortadores de galletas, o bien cortando con un cuchillo alrededor de una plantilla.
 
Mi plantilla en forma de cabeza de galgo
 
 
Metemos nuestras galletas en el congelador durante otros 15 minutos, y despúes las pasamos directamente al horno precalentado. Horneamos entre 12-14 minutos o hasta que los bordes se empiezen a poner un poco doraditos.
Tras dejarlas descansar unos 10 min. en la bandeja de horno, las pasamos a una rejilla.
Finalmente, cuando ya están fríos del todo, los podemos decorar con glasa. Yo usé esta receta de Mensaje en una galleta, y a la glasa marrón simplemente le añadí un poco de cacao en polvo (al gusto).
 
Galleta inocente..........
 
.....Y galletta decorada!
 
¡Y me despido por hoy! ¡Espero que os hayan gustado!
 
Alexandra