Bollos glaseados

¡Hola!

¿Qué tal vuestro sábado? El mío ha sido de lo más tranquilo. Me levanté tarde y hice los bollos que pondré a continuación. Me comí unos cuantos, y salí de paseo con los perros. ¡Y eso es lo que he hecho en todo el día! Vale, no todo. También descubrí esta tienda online totalmente fantástica, que he estado explorando toda la tarde. Tienen un montón de Washi Tape, lazos, sellos... ¡En fin, un peligro! Al menos para mí, jeje.

Bueno, ahora a los bollos... Tienen buena pinta, ¿no? Pues están igual de buenos que parecen. O a lo mejor más.
Se trata de una receta vieja que me ha dejado mi abuela, porque ella los ha hecho desde siempre. Son ligeros, no muy dulces... Y como no llenan mucho, ¡se pueden comer tres o cuatro seguidos sin problemas! Así que, ahí va la receta:

Bollos glaseados (más o menos 10, dependiendo del tamaño)

- 200g de harina de trigo

- 125g de mantequilla (no tiene que estar demasiado blanda, pero es mejor sacarla de la nevera unos 15 min. antes de usar)

- 1 bolsita de levadura de panadería seca

- 1 cucharada de azúcar

- 1/2 cucharadita de vainilla molida (opcional)

- la ralladura de 1 limón (opcional)

- 1 dl de agua

- 1 huevo


Precalentamos el horno a 200ºC. En un bol, mezlamos la harina, el azúcar, la vainilla, la levadura y la ralladura de limón. Añadimos la mantequilla y mezclamos con los dedos hasta conseguir una cosistencia arenosa.
Calentamos el agua muy poquito, sólo hasta que tenga más o meno la temperatura de nuestro cuerpo (cuando al poner una gota sobre la muñeca no se nota ni frío ni calor) y lo batimos con el huevo. Añadimos a la mezcla anterior y mezclamos bien.
Con una manga pastelera o simplemente con una cuchara ponemos montoncitos de masa sobre papel de horno, en una bandeja, y los dejamos reposar en un lugar calentito hasta que hayan crecido un poquito (unos 15-20 minutos). Después los horneamos unos 10-15 minutos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y los decoramos con glasa.

Para hacer la glasa, mezclamos unos 100g de azúcar glas con un poco de leche y un poco de zumo de limón, hasta obtener una glasa no demasiado líquida, con una consistencia parecida a la pasta de dientes. Ponemos más o menos una cucharadita sobre cada bollo. Dejamos secar un poquito y... ¡A comeeeeeeerr!

Pues nada, que recomiendo que los hagáis y que disfrutéis.

¡Feliz finde a todos!

Alexandra